Pasó el
Barcelona a la final de la Champions League que se disputará en Wembley y espera ya rival: Manchester United o Schalke 04 de Raúl.
Pero estos días de
tensión entre tantos clásicos han dejado una lectura muy clara. El fútbol de toque que practica el
Barça es el mejor e indiscutiblemente el más vistoso de la actualidad pero, ha encontrado muchas dificultades al enfrentarse a un oponente muy
potente como es el Real Madrid y que practica la
antítesis del fútbol blaugrana.
Los cuatro clásicos sin duda, han traído consigo demasiada ansiedad y poca sobriedad social entre los medios y entre los clubs implicados. Declaraciones, salidas de tono, mal rollo, quejas, lloros, denuncias, dudas,
fantasmas, sombras...
En el campo el Barcelona ha demostrado que su idea futbolistica es única e
inamovible. Pep juega con los mejores jugadores que dispone y éstos intentan plasmar su mejor fútbol de toque. Son siempre fieles a una misma filosofía. El Madrid por otra parte es más
versátil. Mourinho no juega con sus propias bazas cómo ha sido costumbre en los equipos blancos en su historia. Él prefiere
atrapar al Barcelona y luego intentar ganar el partido.
Aquí no voy a entrar a analizar hoy si es mejor o
peor esta táctica, lo que está claro es que le ha servido en parte para acotar la
diferencia futbolística entre ambos equipos.
El Madrid ha sabido utilizar sus armas y ha conseguido que el balance de los cuatro clásicos haya sido: dos empates, una derrota y una victoria -ésta supuso el título de Copa-.
Todo se ha contraído entre ambos conjuntos. La diferencia futbolística es notable. El Barça practica el fútbol que enamora pero el Real Madrid ha conseguido que el equipo que mejor fútbol realiza en el mundo sea reducido en gran parte.
Las quejas de 10 contra 11 no son justificación para mi gusto, en la consecución de objetivos de uno u otro equipo, es parte del fútbol y estas cosas ocurren y claro que determinan los partidos. Yo voy
más allá.
El Barcelona se ha encontrado con un rival que le sabe cómo jugar. Quizá el Madrid podría haber arriesgado más y haber sido más ambicioso, correcto. Pero a su manera ha conseguido que la diferencia y la superioridad que había entre ambos se redujera con una táctica defensiva muy bien trabajada.
Ayer en el Nou Cam apostó por ser fuerte defensivamente y presionarle la salida de la pelota, de manera intermitente, al Barça y volvió a lograr su objetivo: contraer el diferencial futbolístico entre ambos.
A Mou sólo le falta llevar el
equilibrio de ambos
estilos, el defensivo que propone con un poco más de ambición, para que el complejo madridista acabe por disiparse. No completamente pero si mucho más. Cuando hablo de complejo, hablo de complejo futbolístico, que
nadie se enfade.
Lo que está muy claro es que el Barcelona sigue siendo hoy por hoy
superior, que no muy superior y es merecedor de estar en
Wembley sin duda. Otra temporada más el Barcelona ha estado por encima del Madrid. Pero también es cierto que el conjunto blanco, de la mano de Mou, ha logrado reducir el nivel que ha existido entre los dos en los últimos años.
El fútbol se contrae, te gustará más o menos, pero el fútbol empieza a contraerse entre Madrid y Barcelona. Veremos la temporada que
viene...