Tifo de la afición del Real Zaragoza |
El conjunto maño, un histórico en Primera División, rocoso, con simpatías, legendario, sorpresivo, cautivador, motivador, rompedor... puede convertirse hoy en nada de todo eso.
La grave crisis económica que atraviesa el club - una deuda de más de 100 millones de euros - sumado a la pérdida de ingresos abrumadora estando en Segunda División, más las deudas contraídas por el club con diferentes clubs o jugadores - véase el caso Matuzalem, en donde el T.A.S. (Tribunal de Arbitraje Deportivo) le reclama 14 millones de euros que el Zaragoza debe pagar al Shakhtar Donest - han hecho que el Zaragoza se juegue su futuro inmediato esta noche.
Si el Real Zaragoza gana hay esperanza aún porque no será matemáticamente equipo de Segunda, pero si no sucede eso. ¡Ay! Si no ganan esta noche serán un equipo muerto.
El Zaragoza de ahora no es aquel de los últimos tiempos que bajaba a la categoria de plata y un año después volvía a subir a la élite del fútbol español. Esta vez no hay dinero para fichar jugadores con experiencia o mantenerlos y convencerlos de jugar en Segunda. Esta vez el conjunto aragonés deberá tirar de cantera y en estos momentos no hay Canis o Ander Herreras a los que agarrarse.
Además de los problemas económicos - la entrada en Ley Concursal es de cabeza; confirmada por una fuente interna del club - surjirán los problemas deportivos. Una larga estancia en Segunda para un equipo cómo el Zaragoza, para una ciudad quinta en importancia en España y para una afición de lujo, exquisita y no conformista cómo la zaragocista puede ser brutal.
Celta, Tenerife, Real Sociedad...clubs como éstos son un ejemplo de lo que al equipo que preside Agapito Iglesias le puede suceder.
Del máximo accionista y presidente del club no he querido hablar porque habrá tiempo. Pero desde que en 2006 entró con grandezas de faraón, sólo ese año, con los fichajes de cuatro jugadores de renombre y derrochando dinero consiguió enganchar con la afición. Estamos en 2011 y la ruptura entre club y afición es total, la relación entre club y otros conjuntos es nula o mala, ha desaparecido el escudo del equipo por un capricho del señor soriano, se ha perdido todo el prestigio que tenía el Zaragoza, además de los problemas económicos ya comentados. En definitiva, sólo queda la afición y algunos jugadores, los menos, que sienten y lloran por el Zaragoza.
Espero y deseo que, por historia, tradición, emblema del fútbol, de la historia y por lo que supondría en Zaragoza, esta noche el conjunto que dirige el mexicano Javier Aguirre demuestre que la historia pesa positivamente hablando y por cojones deben seguir en Primera mucho tiempo.
No le deseo ningún mal al Getafe, Osasuna, Sporting o Real Sociedad, pero antes que mi familia se desmorone...
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